por Cartier Bresson no es un reloj
Todos tenemos nuestros referentes en fotografía, unos referentes que, normalmente, y con el tiempo, suelen ir cambiando, aunque tampoco es inusual que alguno de ellos se mantenga ahí con el paso de los años. No me refiero tanto a aquellos autores que simplemente nos gustan y cuyo trabajo admiramos como a esos que más nos han enseñado a la hora de entender la fotografía en general, de descubrir nuevos estilos y miradas y de ser capaz de entenderlos y valorarlos.
En ese sentido, yo tengo a mis «7 magníficos» particulares. Sin ellos, sus obras, y muchas veces también sus palabras, no podría disfrutar de la fotografía de la forma en que lo hago hoy en día. A continuación os cuento quiénes son y qué es lo que me ha aportado cada uno de ellos, además de sugeriros algunos de sus fotolibros más interesantes. Pero tengo curiosidad por saber también cuáles son o han sido vuestros grandes maestros y maestras, ¿os animáis a citarlos en vuestros comentarios?
1. JOEL MEYEROWITZ
De él he aprendido tantas cosas… pero, sobre todo, una muy importante: la importancia de mantener viva la CURIOSIDAD y todo lo que esta puede ayudarnos en nuestra práctica fotográfica. Excelente fotógrafo de calle, Meyerowitz ha trabajado con maestría el paisaje (su fotolibro ‘Cape Light‘ es referencia indiscutible en este campo), el retrato (no os perdáis su estupendo ‘Readheads‘), el bodegón (echad un vistazo a sus fotos en el estudio de Morandi, pero ya os aviso de que el libro ‘Morandi’s objets’ está a un precio prohibitivo) y, hoy día, con más de 80 años, experimenta y se divierte con el autorretrato. Imposible no quererle y no admirar su formar de vivir la pasión por la fotografía.
Este es el post que escribí sobre él:
Las palabras de Joel Meyerowitz que harán que te enamores (aún más) de la fotografía
2. MASAHISA FUKASE
Con él descubrí la POÉTICA y el poder EVOCADOR de la fotografía. Ver su archifamoso ‘Ravens‘ (aquí tenéis el análisis que publiqué en Youtube) supuso un antes y un después para mí, en muchos sentidos. Fukase fue determinante también en mi proceso de ‘reconciliación’ con la fotografía japonesa que, durante mucho tiempo, y exceptuando autores como Masao Yamamoto, cuya delicadeza y sensibilidad siempre me ha enamorado, no conseguí entender.
Fukase y su obra (no nos quedéis solo en ‘Ravens) despertaron en mí una enorme curiosidad (más de la que ya tenía), y me descubrieron a un fotógrafo y un artista enorme, capaz, por ejemplo, de dar una vuelta de tuerca a un género tan cerrado y estático como el retrato familiar en estudio (ahí es nada). Su fotolibro ‘Family‘ es otra de las joyas del malogrado autor nipón.
Este es el post que escribí sobre Fukase:
‘Ravens’, de Masahisa Fukase: la obsesión y la oscuridad del vagabundo en la tiniebla
3. FRANCESCA WOODMAN
Imposible no citarla. Con ella aprendí y entendí la verdadera y profunda diferencia entre el ‘selfie’ y el AUTORRETRATO, a utilizar el cuerpo y su relación con el entorno para EXPLORAR LOS LÍMITES físicos y psicológicos de la fotografía, a entender que el misterio es el más poderoso y atractivo de los instrumentos a la hora de conectar con el público (y también, por qué no, con nosotros mismos).
Prueba de la grandeza de esta fotógrafa es que la mayoría de las veces olvidamos que su obra la hizo siendo una estudiante de fotografía y no una artista de trayectoria consagrada. A ello contribuye el hecho de que, 40 años después de su muerte a la temprana edad de 21 años, sus fotos irradian una frescura y una madurez envidiables y su portfolio bien podría pasar por el de una artista contemporánea.
Hay varios libros que recogen la obra y trayectoria de Francesca. Los que más me gustan son “Ser un ángel” y “Portrait of a reputation” (este último, con fotos inéditas de Francesca hechas por un amigo y compañero de clase, está agotado).
Como curiosidad os diré que Francesca Woodman es la fotógrafa sobre la que más posts he escrito, aquí los tenéis:
Hablan los Woodman: Así era, así vivió y así murió Francesca Woodman
¿Y si Francesca Woodman no fue la fotógrafa depresiva y atormentada que nos imaginamos?
Cómo el accidente de un camión de harina ayuda a explicar la obra de Francesca Woodman
4. SALLY MANN
Su fotolibro ‘Immediate Family’ me enseñó el enorme e inagotable valor fotográfico oculto en la COTIDIANEIDAD, en nuestro día a día, en nuestro círculo más íntimo y cercano. Su libro anterior, ‘At Twelve’, en el que retrata a niñas de 12 años, es otra joya en el que Mann se rebela ya como una gran maestra del retrato y de las técnicas fotográficas artesanales (Mann utiliza una cámara de gran formato y la técnica del colodión húmedo). En ese trabajo, la fotógrafa estadounidense capta perfectamente la vulnerabilidad, la duda, la rebeldía y la rebeldía propias de esa etapa de la vida. Podéis ver el vídeo que grabé sobre ‘At Twelve’ pinchando aquí.
Todos sus libros están agotados o los venden muy caros de segunda mano, pero siempre podéis disfrutar de su trabajo en su web oficial pinchando aquí.
Y este es el post que escribí sobre su famoso ‘Immediate Family’:
‘Immediate family’ de Sally Mann: el libro y la polémica que casi destrozan a su familia
Y este el que publiqué sobre el trabajo en el que trata la enfermedad de su marido:
‘Proud Flesh’, la sensibilidad fotográfica de Sally Mann ante la enfermedad de su marido Larry
5. REBECCA NORRIS WEBB
Los que me seguís y me conocéis sabéis que siempre que puedo cito a esta fotógrafa. Para mí, su obra es el mejor ejemplo de cómo hacer POESÍA con una cámara, de cómo transmitir sentimientos y sensaciones a través de la imagen y la metáfora visual. ‘My Dakota’ y ‘Night Calls‘ son dos joyas a la hora de introducirse en el género del documentalismo personal y poético, dos publicaciones en las que, además, demuestra cómo combinar a la perfección fotografías y textos. Al igual que con Fukase en ‘Ravens’, con Rebecca Norris Webb descubrí que no es necesario autorretratarse o incluir fotos del álbum familiar para hablar de una misma y de nuestros sentimientos y/o historia familiar. Pura magia y sensibilidad.
Este es el post que dediqué al estupendo ‘May Dakota’:
‘My Dakota’, el documentalismo poético y personal de Rebecca Norris a través del dolor
6. ALEC SOTH
Sus dos primeros libros, ‘Sleeping by the Mississippi‘ y ‘Niagara‘ son mis favoritos, imprescindibles para conocer y seguir a uno de los grandes referentes de la fotografía contemporánea. Con él he aprendido el valor expresivo del PAISAJE (exterior e interior) y su fuerte componente metafórico. Sus RETRATOS tienen también ese ‘toque Soth’ que tantos autores y autoras han intentado y siguen intentando imitar. Este fotógrafo estadounidense es también un ferviente defensor y amante del fotolibro… ¿qué más se le puede pedir?
Si queréis tener cinco de sus mejores trabajos en un solo fotolibro, aderezados con comentarios del autor y fotografías extra, no dejéis de comprar el recién publicado “Gathered Leaves Annotated”, una auténtica maravilla.
Puedes ver el análisis que publiqué en Youtube sobre su ‘Sleeping by the Mississippi’ pinchando aquí.
7. PETER LINDBERGH
Mucha gente se sorprende al saber que entre mis grandes referentes hay un fotógrafo de moda. Y a mí me sorprende que les sorprenda. ¿Cómo no admirar a Lindbergh siendo como soy una enamorada confesa de los trabajos de Irving Penn y Richard Avedon? (Más de Penn que de Avedon, lo confieso).
¿Y por qué Lindbergh? Pues muy sencillo. No solo por sus maravillosas fotografías, sino también por su enorme valentía (y acierto) a la hora de ROMPER LAS REGLAS, de explorar nuevas vías en un mundo tan encorsetado y trillado como el de la fotografía de moda. Este alemán creó a las top-models con una fotografía de grupo hoy legendaria que se salía totalmente de los modos de hacer habituales en los trabajos editoriales de moda. Años después, y sorprendentemente para más de uno, Lindbergh sería también el principal valedor de la NATURALIDAD de los rostros y del proceso de envejecimiento, en especial a la hora de retratar a los grandes iconos del cine y la moda. Su «Shadows on the wall» es un bellísimo ejemplo de ello (aquí podéis ver el vídeo que le dediqué en Youtube).
Para disfrutar de lo mejor de su carrera como fotógrafo de moda tenéis el completísimo «Peter Lindbergh, on fashion photography«, un libro enorme en todos los sentidos pero que tiene también una versión ‘mini’, más manejable y económica.
A Peter Lindbergh le he dedicado dos posts:
Peter Lindbergh, el fotógrafo que sí amaba a las mujeres
Adiós a Peter Lindbergh, el fotógrafo que hizo mucho más que cortar el pelo a Linda Evangelista
Y hasta aquí mis 7 grandes maestros y maestras de la fotografía, aquellos que me han enseñado a ver, entender y disfrutar trabajos de muy diferentes temáticas, estilos y estética. Y por ello les estoy y estaré eternamente agradecida.