GABRIEL CUALLADÓ, FRANCISCO GÓMEZ. Inseparables
Salas 1 y 2 del 26 de abril al 16 de junio
La complicidad creativa y la relación de amistad entre estos dos fotógrafos son los ejes de esta exposición, una muestra de sus corpus de trabajos y series emblemáticas que permitirán descubrir los vínculos entre sus trayectorias al contrastar los conjuntos de imágenes y temáticas de cada uno de ellos.
Cualladó y Gómez se conocieron en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid y pronto sintonizaron. Durante la década de los sesenta tomaron un gran protagonismo en los grupos en los que se integraron, renovadores de la fotografía española a mediados del siglo XX.
La obra de Gabriel Cualladó, primer galardonado con el Premio Nacional de Fotografía en 1994, destaca por una destilada influencia de los clásicos internacionales y una extraordinaria habilidad para el retrato próximo y directo, en contraste con la dureza de los positivados de sus copias que confieren a sus imágenes un característico halo de fantasía.
Francisco Gómez prestó especial atención a lo largo de toda su obra a las imágenes de interiores, logrando que lo real entrase en el ámbito de lo imaginario con tan sólo fijar un detalle o encuadrar una pared, situándose su trabajo entre el realismo y la abstracción, la fotografía subjetiva y el neorrealismo. Su práctica fotográfica se diversificará enormemente tras comenzar a colaborar con la revista Arquitectura en 1959, abriéndose también desde entonces a géneros como la fotografía de arquitectura, el reportaje o una incipiente práctica documental urbana.