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Enrique Cano: Personalmente. Exposición.

Exposición retrospectiva del fotoperiodista Enrique Cano, en la que se recogen 30 años de su trayectoria profesional (de 1977 a 2007), que le llevó a trabajar para medios como Diario 16, El Independiente o la Agencias Cover.

Enrique Cano (Madrid, 1957) es uno de los miembros más destacados de una brillante generación de reporteros gráficos que llegó al oficio pocos años antes de la muerte de Franco en 1975, y protagonizó el periodo que va desde los primeros años de la Transición hasta la victoria del PSOE en 1982, renovando por completo el panorama del fotoperiodismo.

Más allá del acontecimiento mediático puntual, a Enrique Cano siempre le han interesado otros aspectos de la realidad cotidiana, algo vinculado a su compromiso profesional y sociocultural. Esto se refleja en las imágenes de la exposición, que muestran desde manifestaciones políticas de la época, a sucesos destacados e impactantes como el accidente de los niños del Colegio Vista Alegre de Vigo en el puente sobre el Órbigo de Santa Cristina de la Polvorosa al comienzo de la Semana Santa de 1979, o diferentes momentos de la movida madrileña.

La exposición también recoge una amplia muestra del Enrique Cano retratista, que ante todo persigue la naturalidad de aquellos a los que fotografiaba. Entre los retratados es posible ver imágenes de políticos como Adolfo Suárez, Alfonso Guerra o Enrique Tierno Galván, gente de la cultura como Rafael Alberti, Antonio Gala o Pedro Almodóvar, e incluso personajes conocidos a nivel mundial, como el Pape Juan Pablo II o Mick Jagger.

Las 75 imágenes, todas ellas publicadas en distintos medios de comunicación, buscan reflejar una trayectoria profesional que se inició a mediados de los años 70 del pasado siglo y se ha prolongado hasta los primeros años del siglo XXI, así como mostrar una manera muy personal de entender el fotoperiodismo.

Esta colección fotográfica ha sido donada por el propio Enrique Cano al Centro Documental de la Memoria Hístórica.

Enrique Cano llegó a la fotografía por casualidad, pues quería ser director de cine. Con la falta de escuelas pensó que la fotografía le permitiría aproximarse al cine, pero el destino ha querido que su larga trayectoria fuera en el fotoperiodismo y la fotografía documental.

En 1976 fundó la agencia Minor con un grupo de fotógrafos, con la intención de cubrir los cambios sociales y políticos de la Transición. Un año más tarde fundó la agencia Delta, con el mismo propósito pero con un objetivo más profesional. De 1994 a 1995 creó y dirigió Kappa Press en Buenos Aires, regresando a España para entrar como director en la desaparecida agencia Cover, donde se inició en la fotografía digital. Fundó y dirigió igualmente Digital Press (1996-2000), digitalizando los archivos de fotógrafos como Ramón Masats y Nicolás Muller.

Fue fotógrafo de los periódicos Libre (1978), Diario 16 (1978-86) y El Independiente (del que fue editor gráfico y jefe de fotografía de 1986 a 1991), así como de El País Semanal, el Magazine de El Mundo y las revistas Paisajes y Tiempo. Desde 1977 es miembro de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa.

De 1991 a 1992 desarrolló el proyecto fotográfico Razas caninas, un retrato de distintos tipos de perros clasificados según su carácter, por medio del cual buscó la esencia de cada animal. Para la revista Tiempo, realizó un amplio trabajo en Cuba sobre la vida y el trabajo de los habitantes de la isla. De 2010 a 2011 centró su actividad en el retrato de los 60 fotógrafos más influyentes de su generación; y en 2012, en los países de Oceanía y el Sudeste Asiático.

En el año 2000 participó en la exposición colectiva ’25 años después. Memoria gráfica de una Transición’ (Fundación Telefónica, Madrid); en 2008 presentó Personalmente (Fundación Diario Madrid), un resumen de sus 30 años de carrera como fotógrafo de prensa.

Entrada gratuita.

Exposición Personalmente

REAL CHANCILLERÍA

Calle Chancillería, 4

Horario:

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo

De 11:00 a 14:00

De 17:00 a 19:00

Exposición de Antonio Vallano en Ampudia (Palencia).

Durante todo el mes de Junio podéis visitar la exposición de doble temática: “Fotografía Nocturna» y “Retratos de Etiopía”.

En esta ocasión, además de mis fotografías, podréis contemplar algunos objetos que me acompañaron en mi regreso de este sorprendente país. Como complemento, una proyección explicativa detalla algunas de sus tradiciones.


En la Sala de Exposiciones de la Oficina de turismo de Ampudia (Palencia)Antiguo Hospital de la Clemencia.

De martes a domingo, de 10:30 a 13:30 y de 16:30 a 19:30

Oficina Municipal de Turismo · Calle Duque de Alba, 1, 34191 Ampudia, Palencia, Spain

PhotoEspaña 2021: Bill Brandt, el fotógrafo que olvidó su pasado aleman y contrastó el mundo con su cámara


FERNANDO SÁNCHEZ

La Fundación Mapfre de Madrid ha presentado la exposición retrospectiva sobre Bill Brandt, uno de los fotógrafos británicos más influyentes del siglo XX. A través de 186 positivos originales conoceremos a fondo el estilo de un autor que se reconoció deudor de Atget y que renegó de su sangre alemana por su antipatía hacia el régimen nazi.

Bill Brandt es quizás uno de los fotógrafos que mejor han trabajado en el laboratorio para buscar un estilo personal reconocible. No buscaba la realidad en sus copias, sino su forma de ver el mundo. Y esto es algo que no podemos separar de su trabajo.

A lo largo de la exposición que podemos ver en la Fundación Mapfre de Madrid conoceremos, como cuentan las primeras líneas de su biografía, a:

un hombre que amaba los secretos y los necesitaba. La cara que presentaba al mundo era la de un caballero nacido en Inglaterra, alguien que fácilmente podía armonizar en las carreras de Ascot que tanto le gustaba fotografiar.

El recorrido está dividido en seis secciones que nos permiten conocer todos los campos que tocó en la fotografía, desde la callejera hasta el desnudo o el retrato. Y en todos y cada uno de ellos el trabajo en el laboratorio se convierte en algo esencial.

Un fotógrafo único

No responde al patrón de los fotógrafos humanistas de mediados del siglo XX. Ni siquiera salía a buscar la imagen, sino que muchas veces se servía de la escenificación para conseguir sus objetivos. Muchos de los disparos callejeros que vemos están protagonizados por sus familiares y amigos.Bill Brandt Tarde en Kew Gardens, 1932 Evening in Kew Gardens 25,24 x 20,48 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.Bill Brandt Tarde en Kew Gardens, 1932 Evening in Kew Gardens 25,24 x 20,48 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Es una visión teatral de la vida cercana a su forma de ver el mundo. El espectador se siente atrapado al contemplar situaciones y personajes que parecen reales (ojo, muchas veces lo son) pero te cuesta distinguir si es momento real o imaginado.Es una visión teatral de la vida cercana a su forma de ver el mundo

Esta forma de trabajar, al principio de su carrera, marcará su trayectoria y definirá su estilo cuando se enfrente a los retratos y a los desnudos. Por ejemplo, cuando publicó ‘A night in London’ (1938), con la inspiración del trabajo de Brassai en París, utilizó a su familia y su entorno para conseguir un ambiente similar.Bill Brandt Sirvienta y sirvienta segunda preparadas para servir la cena, 1936 Parlourmaid and Under-parlourmaid ready to serve dinner 23,81 x 20,32 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.Bill Brandt Sirvienta y sirvienta segunda preparadas para servir la cena, 1936 Parlourmaid and Under-parlourmaid ready to serve dinner 23,81 x 20,32 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Sus retratos se publicaron en varias revistas. Son contrastados, extraños y perfectos. Delatan el conocimiento que tenía de la persona que posaba para él. Era un fotógrafo con una formación exquisita y un gusto único para reconocer a las grandes personalidades. Y llegó a centrarse solo en los ojos de los personajes para contarnos cómo eran.Bill Brandt Francis Bacon en Primrose Hill, Londres, 1963 Francis Bacon on Primrose Hill, London 25,40 x 20,32 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.Bill Brandt Francis Bacon en Primrose Hill, Londres, 1963 Francis Bacon on Primrose Hill, London 25,40 x 20,32 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Se enfrentaba al paisaje como un pintor. Si hubiera vivido en la actualidad sería, sin duda, un virtuoso del ordenador sin caer en los tópicos de algunos neopictorialistas. El contraste siempre está presente, con negros muy profundos. Y si necesitaba una doble exposición en el laboratorio, no tenía ningún problema en hacerlo.Si hubiera vivido en la actualidad sería, sin duda, un virtuoso del ordenador sin caer en los tópicos de algunos neopictorialistas.

El desnudo era su género favorito, tal como cuenta en la entrevista que podemos ver al final de la exposición. Incluso utilizó una cámara angular extrema, una Hasselblad que podemos ver, para generar esas distorsiones tan parecidas al trabajo de uno de sus escultores más admirados.Bill Brandt Desnudo, Londres, 1952 Nude, London 22,86 x 19,37 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.Bill Brandt Desnudo, Londres, 1952 Nude, London 22,86 x 19,37 cm Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

En definitiva, estamos ante una exposición que no nos podemos perder para aprender y entender a uno de los mejores fotógrafos británicos (nacido alemán) del siglo XX. La Fundación Mapfre ha conseguido de nuevo atraer todas las miradas de los fotógrafos que entendemos que no somos nada si no conocemos el pasado. Y Bill Brandt es uno de los autores más modernos de la historia. Murió en 1983 pero podría pasar como un fotógrafo actual.

La exposición estará abierta hasta el 29 de agosto en la Fundación Mapfre Sala Recoletos (Paseo de Recoletos 23, Madrid).

  • Bill Brandt
  • Horario: Lunes (exceptofestivos) de 14:00 a 20:00h. Martes a sábados de 11:00 a 20:00h. Domingos y festivos de 11:00 a 19:00h.
  • Sala Recoletos Paseo de Recoletos 23, Madrid

PHotoEspaña 2021 dará protagonismo a las miradas femeninas, la fotografía africana y los jóvenes y combinará exposición virtual y presencial

Tras una edición de 2020 marcada por la pandemia del coronavirus, PHotoEspaña 2021 vuelve con una nueva cita que se celebrará entre el dos de junio y el 30 de septiembre, contará con 86 exposiciones con obras de 376 fotógrafos y artistas visuales y recuperará el carácter presencial, aunque combinándolo con lo virtual que, según Claude Bussac directora del Festival, «ha venido para quedarse«.

Por eso, aunque el Festival Off (que el pasado año fue virtual) vuelve a ser presencial, con la idea de apoyar a las galerías de arte madrileñas, el evento de este año cuenta con muchos proyectos virtuales, que se combinarán con variadas actividades presenciales. De hecho, el de este año será «un festival muy abierto al público, participativo, con muchas actividades y convocatorias para que el público amateur y profesional pueda enviar sus imágenes«.

Contenido del Festival

Este año PHotoEspaña ha concebido un programa que aborda cuestiones sociales actuales. Así, «reflexionará sobre la fotografía panafricana desde un punto de vista global. También dará visibilidad al trabajo de mujeres fotógrafas nacionales e internacionales y el medio ambiente y la sostenibilidad estarán presentes a través de la obra de grandes fotógrafas«.

'Detrás del instante': Isabel Muñoz y la fotografía como pasión

EN XATAKA FOTO‘Detrás del instante’: Isabel Muñoz y la fotografía como pasión

Nombres como Margaret WatkinsBarbara MorganOuka LeeleMontserrat SotoLua Ribeira o Isabel Muñoz, que presentará su último proyecto (creado exprofeso para el Festival) donde reflexiona sobre «el agotamiento de recursos en el planeta, el agua entre otros, que puede llegar a poner en peligro nuestra supervivencia como especie«.Isabel MunozIsabel Muñoz. © Isabel Muñoz

También hay que destacar el «abordaje» de la fotografía panafricana gracias a Elvira Dyangani Ose, comisaria invitada de la edición que presentará dos exposiciones colectivas, un ciclo de cine y un programa de performance y conversaciones en los que se explorará la fotografía desde una perspectiva panafricanista global.

Además, PHotoEspaña 2021 contará con clásicos de la fotografía como Bill BrandtNicholas NixonGarry Winogrand y Alfonso; representantes de la Escuela de Madrid, como Gerardo Vielba; y con las voces más jóvenes de la fotografía contemporánea, de la mano de diversas convocatorias y con propuestas de autores como Paola Bragado, Alejandro Rego, Arguiñe Escandón, Marius Scarlat, Zied Ben Romdhame, Sonia Merabet, Hakim Rezaoui o Yasmine Hatimi, entre otros.Dp 4058 Petrosdawit Prologueii StrangersnotebookDawit L. Petros. Untitled (Prologue II), 2016. Series: The Stranger’s Notebook © Dawit L. Petros. Courtesy the artist, Tiwani Contemporary, and The Walther Collection.

Otros nombres de los que también se podrá disfrutar algunos trabajos serán Sergio Belinchón, Gabriel Cualladó, Joan Fontcuberta, David Goldblatt, Paul Graham, Candida Höfer, Valérie Jouve, Sebastião Salgado, Allan Sekula o Martin Parr. Y si el año pasado despuntó la convocatoria #PHEdesdemibalcón, este 2021 la organización vuelve a invitar a todos los fotógrafos profesionales y aficionados a engrosar la lista de autores del Festival con la convocatoria #VisitSpain, en esta ocasión patrocinada por OPPO, en la que invitan a todo el mundo a dar a conocer su entorno y su cultura.Paradiso 2018María Sánchez. Paradiso, 2018 © María Sánchez

Otra novedad es PHE Gallery, la nueva sede permanente de PHotoEspaña que se convertirá en el corazón de la programación, con muestras de libros de fotografías, encuentros con fotógrafos, talleres y seminarios. Además, también acogerá el Campus PHE Gallery, donde se ofrecerá mensualmente una programación de cursos especializados, seminarios, talleres exprés y charlas para todo tipo de públicos «con el objetivo de aprender, divertirse y generar lazos de unión«.

En cuanto a las ciudades invitadas, se mantienen las de Alcalá de Henares, Alcobendas, Almería, Barcelona y Zaragoza a las que se suman Ciudad Real y Oporto. Además, en septiembre se celebrará una nueva edición de PHotoEspaña Santander. Como ha venido sucediendo hasta el pasado año, las opciones del Festival son tan amplias que no podemos hablar de todas (ni siquiera de una pequeña parte), así que os recomendamos una visita a su web para informaros de todas las posibilidades de disfrutar de la fotografía que nos ofrecerá PHotoEspaña 2021.

Más información | PHotoEspaña

PIEDAD ISLA. Exposición en el Patio Herreriano de Valladolid.

Un testimonio fotográfico

Esa mujer espigada que nos mira sonriente montada en su Vespa delante de una casa de pueblo, en una imagen de 1962, es Piedad Isla, gran fotógrafa, que hoy da nombre a un premio de prestigio y a un museo etnográfico en la localidad palentina donde nació, Cervera de Pisuerga, un centro fruto de su afán por coleccionar objetos y que guarda su legado fotográfico. Sin embargo, su nombre no figura en algunos libros de historia de la fotografía española.

Pero Piedad Isla (1926-2009) -de quien Cristina García Rodero dijo cuando descubrió su obra: “Es mi maestra sin yo saberlo”- fue una mujer que creó todo un universo fotográfico entre las paredes de la montaña palentina, que fue su paisaje y su fondo. La exposición Piedad Isla, Un Testimonio Fotográfico, del 7 de mayo al 19 de septiembre de 2021 en el Patio Herreriano de Valladolid , da cuenta de cómo retrató la vida cotidiana en los años cincuenta y sesenta de niños, mujeres, hombres, así como de ceremonias, trabajos… desde la naturalidad que le otorgaba estar en su ambiente. No lo tenía fácil: era mujer -antes de ella se cuentan con los dedos de una mano las fotógrafas en España-, hacía fotos, un oficio “que no estaba muy bien visto”, admitía, y llevaba pantalones, para disgusto de su madre, pero es que la falda se le enredaba en los radios de la bicicleta con la que empezó a trabajar. “Encargó unos pantalones a un sastre y ya siempre iba con ellos puestos. Era una indómita”, señala Esteban Sainz Vidal, presidente de la Fundación Piedad Isla & Juan Torres -nombre del que fue su esposo- y comisario de la exposición junto a Feliciano López Pastor.

Sainz la define como “una pionera del neorrealismo”, el movimiento con el que renovaron la mirada fotográfica en España los miembros de la Escuela de Madrid, con Gabriel Cualladó, Paco Ontañón, Ramón Masats… y los maestros de Barcelona, como Català-Roca o Joan Colom. “Pero ella no los conocía, ni de oídas”, añade Sainz.

Sin embargo, su obra no es la de una aficionada. Isla se formó en un estudio fotográfico de Oviedo a comienzos de los años cincuenta. El interés por la fotografía había nacido en los domingos de su adolescencia: “Alquilaba con mis amigas una cámara en un bazar del pueblo y pagábamos a escote”. De aquellos juegos pasó a comprar su primera cámara, una Kodak Retina de segunda mano, para el estudio que abrió en Cervera, en 1953. “Se presentó en Madrid en la casa Kodak y les convenció para que le dieran un crédito en película para poder empezar”, agrega. Su llegada a los pueblos era un acontecimiento. La anunciaban las campanas de la iglesia.

Con su motillo iba por unos 70 pueblos para hacer las fotos de los carnés de identidad, bodas, bautizos… y empezó a documentar cómo era aquella vida. En una entrevista con EL PAÍS, en 2005, contaba el acontecimiento que suponía su llegada a los pueblos. Ella avisaba al alcalde por teléfono y su entrada la anunciaban las campanas. “Se reunían todos y no se iban hasta que no acababa mi trabajo. Luego enviaba las fotos al alcalde, que se encargaba de repartir los retratos y recibir el dinero, y él me lo hacía llegar”. Fue corresponsal de la agencia Efe y colaboró en varios periódicos. ”Lo que le sobraba de película de su labor profesional lo empleaba en hacer lo que le apetecía, que era retratar tareas que estaban llamadas a desaparecer”.

Piedad Isla. El chamarilero, 1957.
Piedad Isla. El chamarilero, 1957.FUNDACIÓN PIEDAD ISLA & JUAN TORRES

Sufrió contratiempos, como cuando se le cayó su Rolleiflex desde un puente al río: “Se dio un buen remojón, pero fui a una gasolinera, la sequé con la bomba de aire de inflar neumáticos y pude seguir”. Ante la falta de focos se las ingeniaba para retratar en la calle con luz natural y una sábana de fondo.

Sainz destaca de su estilo “la normalidad”. “Piedad conocía a los personajes que fotografiaba, y ellos la reconocían como alguien de su entorno”. No estaban ante el fotógrafo venido de fuera para captar lo pintoresco, sino que dejaban a aquella mujer meterse con su cámara hasta la dramática intimidad de una extremaunción.

“Reverenciaba a los ancianos”

Entre los fragmentos de vida que fijó en blanco y negro, sobresale su cariño por los niños, como el pequeño Toño, al que retrató tirando de un burrito, o a Juanito Cuadrado, que sonríe con la cara tiznada por estar jugando con carbón. En sus retratos hay siempre respeto por la persona, “reverenciaba a los ancianos”, una mirada que se percibe en su fotografía a la señora Quica, con su rostro arrugado y vestida de negro. En la exposición hay varios retratos de estudio que impresionan por la dignidad del fotografiado, aunque fuese un mendigo con la chaqueta remendada y la camisa zurcida.

Costureras, mineros, pastores trashumantes, carreteros, guardias civiles, o el maravilloso retrato de un grupo de personas que limpia el monte… Y, por supuesto, las ceremonias, como la de la imagen titulada Cantamisa en Estalaya (1958), estampa en la que los feligreses llevan en alto en una silla al religioso. Isla puso el foco en lo tradicional, pero ello no impidió que tomara instantáneas modernas para su época, como Rosita y Maruja (1954), en la que capturó desde una ventana a dos mujeres que caminan por la calle embarrada, pero la mitad de la imagen es la contraventana de madera.

Piedad Isla. Cantamisa en Estalaya, 1958.
Piedad Isla. Cantamisa en Estalaya, 1958.FUNDACIÓN PIEDAD ISLA & JUAN TORRES

Su obra no empezó a conocerse hasta los años ochenta. “Ella no le daba importancia a lo que hacía. Hoy hay más de 200.000 negativos, incluido material en color que no hemos estudiado por falta de presupuesto”, según Sainz. En el Museo Etnográfico Piedad Isla, el que creó junto a su esposo en 1980 en la casona del siglo XV en la que vivió en Cervera, hay más de 2.000 objetos de carpinteros, labradores, herreros, junto a juguetes, vestidos, instrumentos musicales… Acompañado de unas 300 fotos relacionadas con ese conjunto.

Piedad Isla se jubiló en 1992, pero solo dejó su oficio cuando falleció el 6 de noviembre de 2009 en Madrid. A sus 83 años tenía programada una conferencia sobre fotografía que no pudo dar. Preocupada siempre por propiciar un mundo mejor a los que venían detrás, dejó escrito: “Tenemos una herencia recibida con una obligación de cumplimiento, de nosotros depende el ritmo y dirección que la demos”.

UNA FOTÓGRAFA COMPROMETIDA CON SU ENTORNO

'Piedad Isla en moto' (1962)

Las ocupaciones de Piedad Isla desbordaron su actividad como fotógrafa. Fue concejal y primer teniente de alcalde de su pueblo, creó asociaciones culturales y, comprometida con el patrimonio artístico, la naturaleza y el turismo de su comarca, organizó jornadas para la recuperación de la arquitectura tradicional y el cuidado del medio ambiente. “Se enfrentó a los inmovilistas y le metía el dedo en el ojo a los políticos”, apunta Esteban Sainz. En 2005, la Diputación de Palencia instituyó un concurso fotográfico con su nombre, que premia una trayectoria y que han recibido, entre otros, Cristina García Rodero, Ramón Masats, Colita, Juan Manuel Castro Prieto, Chema Madoz y Marisa Flórez. En la imagen, Piedad Isla en moto, en 1962 (FUNDACIÓN PIEDAD ISLA & JUAN TORRES)

https://museoph.org/exposicion/piedad-isla

“Mario Muchnik. El fotógrafo” en la Sala de Exposiciones de la Casa Revilla.

Mario Muchnik, el fotógrafo.

El Ayuntamiento de Valladolid y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua promueven en la sala de exposiciones de la Casa Revilla la exposición ‘Mario Muchnik, el fotógrafo’, muestra organizada en colaboración con el Instituto Cervantes, integrada por las imágenes en blanco y negro que el editor y fotógrafo argentino Mario Muchnik tomó durante más de medio siglo a escritores e intelectuales de todo el mundo. Distintos paisajes urbanos de temática literaria complementan a los retratos de los autores que integran este montaje.

La presentación de esta muestra ha contado con la presencia de la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, el director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja y el coodirector del programa Valladolid Letraherido, Pedro Ojeda Escudero.

Comisariada por el poeta argentino Marcos-Ricardo Barnatán, la muestra perteneciente al fondo expositivo del Instituto Cervantes ofrece la oportunidad de acercarse a muchos de los escritores a los que Mario Muchnik tuvo la oportunidad de conocer en calidad de editor, que incluye a integrantes del ‘boom’ literario latinoamericano como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o José Donoso, y a clásicos de las letras hispanas como Jorge Luis Borges, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Alejo Carpentier o Ernesto Sábato. Escritores de otras lenguas como Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, André Malraux, Italo Calvino, Kenizé Mourad u Olivier Sacks tampoco fueron ajenos al objetivo de Muchnik.

Las 62 fotografías que integran este proyecto expositivo, tomadas en riguroso blanco y negro, carecen de escenografía preparada y transmiten al público una sensación de naturalidad. La exposición de retratos literarios se complementa con una selección de paisajes urbanos, en los que muchas veces está presente la temática del libro y de la lectura. Las imágenes expuestas forman parte de una selección de la colección fotográfica que Muchnik donó en 2017 al Instituto Cervantes y que desde entonces se han podido contemplar en las sedes del Instituto Cervantes de París, Viena, Cracovia, Varsovia y Belgrado.

Considerado como uno de los más importantes editores literarios de España, el argentino Mario Muchnik (Buenos Aires, 1931) es también un magnífico fotógrafo. Desde su infancia estuvo en contacto directo con muchos escritores —muchos amigos de su padre, el también editor Jacobo Muchnik— con quienes mantuvo en ocasiones una relación de amistad que se prolongó de por vida. Jacobo Muchnik estuvo durante años al frente de Fabril Editores, una de las editoriales argentinas más importantes, que llegó a editar la primera gran novela de Ernesto Sábato ‘Sobre héroes y tumbas’.

Mario Muchnik abandonó Argentina para estudiar física en Estados Unidos y únicamente regresó después a su país por viajes de trabajo o motivos familiares. Mario Muchnik ejerció como físico en el Instituto Enrico Fermi de Italia, tarea que acabó abandonando para dedicarse a la edición literaria, siguiendo así la estela iniciada por su padre. Muy pronto se estableció en Europa y durante años residió en ciudades como Roma, París, Londres, Barcelona y Madrid.

La colaboración que el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua inició en 2020 con el Instituto Cervantes ha facilitado que la exposición ‘Mario Muchnik, el fotógrafo’ inicie una itinerancia por distintas localidades de Castilla y León.

La exposición ‘Mario Muchnik, el fotógrafo’ permanecerá abierta al público en la Sala de exposiciones «Casa Revilla» (calle Torrecilla número 5) hasta el próximo 27 de junio

Detalles

Comienza: 5 mayo 18:00

Finaliza: 27 junio 21:30

Precio: Gratuito

Categorías del Evento: Casa RevillaExposiciónValladolid Letraherido

Etiquetas del Evento: editoresescritoresExposicionesfotografiaValladolid Letraherido

Local

Sala de Exposiciones Casa RevillaC/ Torrecilla, 5
Valladolid, Valladolid  España

Teléfono: 983426246

Web:

https://www.info.valladolid.es/detalle-museos-y-salas-de-exposiciones/-/asset_publisher/b6WY8jZFdQBi/content/lugares-salas-de-exposiciones-casa-revilla

Organizadores

Valladolid Letraherido

Instituto Castellano y Leonés de la Lengua

Instituto Cervantes

Juan Jimeno. Expo. Expresiones de Naturaleza.

En cuanto al comentario, solamente decir que esto es el resumen del
trabajo realizado en los dos últimos años, espero que con esta pequeña
muestra os hagáis idea del esfuerzo realizado ( viajes ,tiempo etc )

Un abrazo

Juan Jimeno

Juan Jimeno Morales

Fechas del evento

Todos los días, del 19 de abril de 2021 al 30 de abril de 2021

Programa

Exposiciones en los centros cívicos

Espacio

Centro Municipal José Luis Mosquera (Huerta del Rey)

Organizador de actividad

Concejalía de Participación Ciudadana y Deportes

Descripción

Expresiones de naturaleza. Fotografías.

José Manuel Navia atrapa la memoria de la España olvidada

EL FOTÓGRAFO PRESENTA LA EXPOSICIÓN ‘ALMA TIERRA’ Y EL LIBRO HOMÓNIMO

El Palacio del Licenciado Butrón acoge la exposición fotográfica Alma Tierra. Un viaje a la España de interior. La cuestión demográfica: memoria y olvido, de José Manuel Navia. A través de 45 fotografías, el visitante puede viajar a 25 comarcas o territorios naturales de ocho comunidades autónomas de la España interior.

«La muestra pone de manifiesto una realidad que no se puede obviar, y mucho menos en el contexto territorial de Castilla y León: el hecho de que, en España, el ochenta por ciento de la población vive en el veinte por ciento del territorio y, por contra, el ochenta por ciento de sus tierras están pobladas tan sólo por un veinte por ciento de sus habitantes«, señaló el consejero de Cultura, Javier Ortega,  en un comunicado remitido a Europa Press.

Por ello, Acción Cultural Española (AC/E) decidió poner en marcha, en colaboración con la Consejería de Cultura y Turismo, un proyecto fotográfico que quiere ser, como apunta Julio Llamazares en el texto que lo acompaña, «una elegía, un alegato contra la marginación de unos españoles por parte del resto y una llamada a la reflexión». Y que es también un homenaje, como dice su autor, José Manuel Navia, que ha dedicado buena parte de su carrera a recorrer los caminos de esa España interior. Un homenaje a una cultura, a su memoria y a las personas que ahí resisten contra viento y marea y que con su generosa colaboración han hecho posible llevar a cabo el libro y la exposición Alma Tierra.

La muestra está recorriendo esa España interior y su periplo continuará, tras su paso por Huesca, Cuenca y Gijón, en Valladolid, en el Palacio del Licenciado Butrón, sede del Archivo General de Castilla y León.

La exposición podrá verse hasta el 14 de mayo de 2021. Es una selección de las 158 fotografías que conforman el libro del mismo título, coeditado por Ediciones Anómalas y AC/E, en el que imágenes y textos ofrecen una panorámica más detallada de la cuestión. La muestra se trasladará a otros centros culturales dependientes de la Consejería, como el Museo Etnográfico de Castilla y León y el Museo Provincial de León. Tanto el lector como el visitante verán la realidad de la despoblación a través de 25 comarcas de la España interior como: Valle del Corneja en Ávila; Campo de Alba en Salamanca; La montaña de Palencia; las Tierras Altas de Soria; la Bureba de Burgos; El Campo de Aliste en Zamora; Laciana y Valle del Porma en León; Los Ancares de Lugo y León; La Alcarria de Cuenca; Campo de Montiel de Ciudad Real; La Mesa de Ocaña en Toledo; Tierra de Molina en Guadalajara; Sobrepuerto, el Sobrarbe, la Ribagorza y La Sierra del Montsec en Huesca; El Maestrazgo de Teruel y Castellón; Las Hurdes, Los Ibores y Tierra de Trujillo en Cáceres; Hoya de Huéscar en Granada; Concello de Lugo; Terra de Caldelas en Ourense; y el territorio vaqueiro de Asturias. 

Del 16 marzo al 21 mayo de 2021

De lunes a jueves de 10:00 a 18:30 horas. Viernes de 10:00 a 14:30 horas.

Archivo General de Castilla y León (Palacio Butrón) –

Plaza Palacio del Licenciado Butrón. Santa Brígida s/n. Valladolid.

47003 Valladolid.

CÁMARA OSCURA by Antonio Vallano.

Nuestro compañero Antonio Vallano va a impartir un taller online sobre cámara oscura el próximo miércoles 14 de abril a las 20.00 horas. Si estás interesad@ en participar, aquí tienes el enlace:

https://meet.google.com/avy-owms-zxg

La técnica que utiliza está al alcance de todos y permite obtener unos resultados visualmente muy llamativos así que te animamos a que participes. Aprovechamos también la ocasión para agradecer a Antonio Vallano su disposición a compartir con todos nosotros sus conocimientos, en este nuevo taller que va a desarrollar.

Confiamos en que la propuesta te resulte interesante.

Os esperamos.

FESTIVAL INTERNACIONAL DE FOTOGRAFÍA DE CASTILLA Y LEÓN 2021

Nace el Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León, que tendrá lugar del 21 de abril al 29 de mayo en distintos espacios de Palencia. Una cita con la fotografía nacional e internacional que abordará la imagen como un espacio donde convergen distintas disciplinas, estilos y épocas y reunirá a grandes nombres de la fotografía contemporánea y del siglo XX.

Once exposiciones, siete conversaciones, tres conferencias, un ciclo de cine comisariado por Isabel Coixet y casi 50 artistas conforman la programación de esta nueva cita para los amantes de la fotografía, que aspira a convertirse en una referencia a nivel nacional e internacional.

https://fifcyl.com/landing/

Palencia se convertirá así en un lugar de encuentro y de reflexión alrededor del mundo de la imagen y la fotografía.

11 exposiciones
7 conversaciones
3 conferencias
45 artistas y participantes
5 películas

https://fifcyl.com/calendario/

VIDEOPOST: Nueve fotolibros, nueve formas de entender y ver la fotografía

por Cartier Bresson no es un reloj 

Uno de los consejos que suelo dar a la gente que me pide que le recomiende fotolibros o libros de fotografía es que no se limiten a comprar aquellos que van con su estilo o que pertenezcan a los autores que más les gustan. No es que no deban comprarlos, al contrario, pero sí conviene aventurarse en el trabajo de esos otros fotógrafos y fotógrafas que están, en principio, alejados de aquello que más nos gusta. Y la razón es muy sencilla: por mi propia experiencia, sé que mirar, curiosear y disfrutar de todo tipo de fotografía nos mantiene la mente (y el ojo) ágil, fresco y vivo, y que puede ser una muy buena forma de evitar anquilosarnos en lo que fotografiarnos y en una visión un tanto reducida de la propia fotografía y sus posibilidades.

Un ejemplo de esto que estoy diciendo son los libros que he comprado en estos tres últimos meses. La elección no ha sido deliberada, es decir, no los he comprado pensando en que sean (tan) diferentes unos de otros, sino que ha coincidido que lo son. Me di cuenta de ello cuando los junté para grabar un pequeño vídeo para @leiremiska, mi cuenta de Instagram.

Eso fue hace poco más de una semana. Tras publicar el vídeo y ver la reacción de la gente, me pareció una buena idea hacer otro con los mismos libros, mostrándolos más en profundidad, y publicarlo en el canal de Youtube de Cartier-Bresson no es un reloj (después me he dado cuenta de que me he ‘comido’ el “Afronautas” de Cristina de Middel, pero no os preocupéis, ya os hablaré de él).

Debajo del vídeo que os dejo a continuación, está la lista de libros de los nueve libros que os muestro. Si pincháis en ellos, el enlace os llevará a la página donde podéis comprarlos, en caso de que os interesen. Espero que lo disfrutéis y os resulte interesante. ¡Gracias!

Lista de libros que aparecen en el vídeo:

– ‘True Stories’, de Sophie Calle.

– ‘Home’, de Julia Borissova.

– ‘Untitled’, de Popel Coumou.

– ‘Cespedosa’, de Juan Manuel Castro Prieto.

– ‘Galerna’, de Jon Cazenave.

– ‘203 works’, de Trine Sondegaard.

– ‘On this site’, de Joel Sternfeld.

– ‘Stranger passing’, de Joel Sternfeld.

– ‘Body maps’, de Margaret Lansink.

Cuando Joel Meyerowitz conoció a Cartier-Bresson

GLORIA CRESPO MACLENNAN EL PAIS

‘Babelia’ propone a los fotógrafos que escojan una imagen de la que guardan un recuerdo especial. El gran retratista estadounidense se acuerda de cuando, al comienzo de su carrera, coincidió por casualidad con el maestro francés, en un breve encuentro que inmortalizó con su cámara

Henri Cartier-Bresson, en el Nueva York de 1963.

Corría el año 1963 y era casi primavera en Nueva York. Desde las primeras horas de la mañana, miles de personas se arremolinaban en las aceras, para ver pasar el desfile de San Patricio, que, como cada 17 de marzo, desde el cruce con la Calle 44 hasta el de la Calle 79, avanza por la avenida más famosa de Manhattan: la Quinta Avenida. Joel Meyerowitz (Nueva York, 1938) se encontraba allí, sumergido en el caos de la vida cotidiana, con la Leica colgada al cuello y a la espera de ese instante de reconocimiento que alumbra la imagen fotográfica. No estaba solo: lo acompañaba el británico Tony Ray-Jones, con quien de forma habitual salía a fotografiar. “Ninguno de los dos sabíamos de fotografía. Aprendíamos juntos. Disparábamos fundamentalmente desde el corazón, de ahí que cada disparo requiriese otro tipo de atención”, recuerda el fotógrafo estadounidense en una videollamada desde su residencia en Italia. “Acudíamos a los desfiles. Se convirtieron en un tipo de laboratorio en el cual aprendíamos cómo actuar en la calle, a aproximarnos a la gente sin delatarnos.”

El plan para ese día consistía en acudir al punto de partida y al final del desfile. “Allí donde había una gran aglomeración. No nos interesaba tanto la parada como la gente que acudía al lugar”, señala Meyerowitz, hoy una leyenda viva de la fotografía de calle, pionero en el uso de la fotografía en color como una expresión artística a través de la cual ha canalizado su propia visión de la comedía humana, del paisaje y de la naturaleza muerta. Por aquel entonces, era solo un joven desconocido que hacía un año había abandonado su trabajo como director artístico en una pequeña empresa, extasiado tras haber observado a Robert Frank ejecutar un trabajo de encargo.

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Formado como diseñador gráfico, Ray-Jones pretendía también abrazar de lleno la fotografía. Alumno del Design Lab dirigido por Alexey Brodovitch (celebrado en el estudio de Avedon), había sido fichado como subdirector creativo de la revista Sky. A contracorriente, ambos hacían uso del color. “Íbamos a mi apartamento y proyectábamos las diapositivas en la pared a un tamaño de unos 50 cm, para observarlas completamente inmersos en ellas a una distancia de 60 cm. Así, fuimos desarrollando una cierta actitud ante el medio, evolucionando técnicamente como autodidactas. Criticábamos mutuamente nuestro trabajo con honestidad y sin prejuicios”. Virtuosos en el oficio, su pericia se consolidó en el latido de la calle. Compartieron su visión de la fotografía como un acto reflejo ante la llamada de la belleza escondida en lo cotidiano, capaces de señalar lo absurdo en imágenes tan espontáneas como sutiles. La obra de Ray-Jones ha sido poco difundida fuera del Reino Unido, pero su particular enfoque de la fotografía documental ha marcado a varias generaciones de fotógrafos, entre ellos a Martin Parr. “Tomó de Tony su jocosidad para llevarla al extremo”, puntualiza Meyerowitz. “Tony y yo éramos unos veinteañeros de pinta desaliñada y pelo largo. Merodeábamos entre la gente cuando de repente llamó nuestra atención la elegante presencia de un fotógrafo. Vestía gabardina y se cubría la cabeza con un fedora. Disparaba la cámara y se movía como un bailarín”, recuerda el artista. En un momento dado un hombre borracho da tumbos entre la muchedumbre, y el sorprendente personaje arroja su cámara sobre el beodo, para rápidamente retirarse con agilidad, mientras este último se vuelve a perder entre la multitud.

Meyerowitz reconstruye la escena de la siguiente forma: “¡Debe de ser Cartier-Bresson!’, me dijo Tony, mientras impedido por su timidez me empujaba a ir hablar con el francés. Así, me acerqué al desconocido, con mi barba y mi parca de nieve de la Segunda Guerra Mundial, con el cuello forrado de piel. ‘Disculpe, ¿es usted el señor Cartier-Bresson?`, le abordé en inglés, mientras Tony se escabullía. ‘¿Es usted un policía?’, respondió”. Me identifiqué como un fotógrafo que aprendía el oficio junto a un amigo. “Cuando termine el desfile nos vemos por aquí y os invito a un café”, contestó complaciente. ¡Cartier-Bresson, uno de los dioses de la fotografía iba a invitar a dos jóvenes desconocidos a un café! ¡Imagine la locura que nos entró! Continuamos fotografiando, agarrando la cámara de la forma que le habíamos visto hacerlo a él: con la correa enrollada al brazo, siempre sujeta. Nos mantuvimos en la zona con el propósito de facilitar el reencuentro. Y ocurrió. En un café alemán cercano, en la Calle 86 Este, cerca de la Avenida Lexington, nos invitó a tarta y a café. Nos habló acerca de un joven fotógrafo que había descubierto unos años atrás en París. Se trataba de Bruce Davidson, quien ya formaba parte de Magnum. Durante los cerca de 45 minutos que duró el encuentro se mantuvo bromista, relajado y generoso”.

Tres años más tarde, Meyerowitz volvió a ver al artista francés en París. Esta vez el encuentro estuvo mediado por Robert Delpire, editor de uno de los dos libros de fotografía más influyentes del siglo XX; Los americanos, de Robert Frank, ( publicado en 1958), que junto con El instante decisivo, de Cartier-Bresson, ( publicado por Tériade en 1952),  marcaron un antes y un después en su historia del medio. Fueron los dos primeros libros de fotografía que pasaron a formar parte de la biblioteca del fotógrafo estadounidense y se constituyeron en “poderosas guías” para él. La reunión tuvo lugar en la oficina del editor. “Yo quería mostrarles una serie de fotografías de Garry Winogrand [a quien le unía una gran amistad]. Eran unas imágenes maravillosas, pero Cartier-Bresson no respondió a ellas. Delpire acabaría publicándolas en colaboración con el MoMA en el famoso monográfico The Animals. Sin embargo, esta presentación me permitió estrechar mis lazos con el fotógrafo francés y nuestras citas continuaron de forma espaciada entre Nueva York y París a lo largo de los años”, rememora Meyerowitz.

El instante decisivo me enseñó a ser invisible y a no dudar nunca ante algo que ocurre delante de mí. Aprendí a adentrarme en el asunto en vez de quedarme atrás, observando desde la distancia. Cartier-Bresson siempre consiguió acercarse a cualquier cosa que tuviera lugar y pasar a formar parte de la totalidad de la experiencia”, destaca el autor. La lección se palpa en su libro Wild Flowers, recién reeditado por Damiani en una revisión actualizada del monográfico original, publicado en 1983, que repasa su trayectoria artística y se torna en un jardín visual cultivado a lo largo de seis décadas. “Una obra de descubrimiento, humor y pathos que, como todo en la naturaleza, posee una medida de brutalidad”, escribe su mujer, la escritora Maggie Barrett, en el prólogo.

En la obra de Meyerowitz  el gesto cotidiano siempre se torna sublime.