por Cartier Bresson no es un reloj
‘Lunchtime atop a Skyscraper’ (Almuerzo en lo alto de un rascacielos) es una de las fotografías más famosas de la historia. Es imposible verla y no quedarse prendado de ella. Fue tomada en Nueva York, el 20 de septiembre de 1932, en plena Gran Depresión, y en ella aparecen 11 obreros sentados sobre una viga de hierro en el piso 69 del edificio RCA del Rockefeller Center, a 259 metros de altura.
La imagen, de gran potencia visual, se convirtió en un símbolo de la ambición y la capacidad de resistencia de Estados Unidos en una época de profunda crisis económica. Fue además la imagen icónica de Nueva York y de sus habitantes, capaces de embarcarse en proyectos (peligrosos y de altura) que asustarían a otras ciudades.
Pero esta fotografía no está exenta de misterio y de alguna que otra polémica. La primera es que la foto no es tan espontánea como parece en un primer momento. Fue, de hecho, un gran montaje publicitario.
Los 11 obreros eran reales, pero la imagen fue escenificada para mayor gloria del Rockefeller Center, que quería promocionar su nuevo rascacielos. Quisieron mostrar la imagen de unos trabajadores en un descanso para el almuerzo durante la construcción del edificio. El impacto de ver a una serie de trabajadores, colgados de una viga, mientras almuerzan y fuman despreocupadamente fue tal que la fotografía pronto se convirtió en una de las imágenes más reproducidas de la historia.
Lo cierto es que el día que se tomó la foto también se tomaron otras muchas, del mismo estilo, porque había varios fotógrafos trabajando en el mismo lugar, prueba irrefutable de que se trataba de un montaje publicitario.
Precisamente, esa presencia de varios fotógrafos nos lleva a otra de las polémicas ligadas a la foto: ¿Quién es su autor? La respuesta es… que no se sabe con certeza. Desde 2012, la autoría es oficialmente anónima, pero han sido varios los nombres con los que se ha especulado.
La fotografía se publicó en el Herald Tribune el 2 de octubre de 1932 y se publicó sin mencionar a su autor, una práctica habitual hasta los años 50 del siglo pasado. En un primer momento, fue atribuida a Lewis Hine, que en 1931 había documentado la construcción del famoso Empire State Building, pero la fecha no coincide con la toma de esta foto, y el edificio en el que están trabajando los obreros no es el Empire Stare.
Durante muchos años, se aseguró que su autor era Charles C. Ebbets, pero otros fotógrafos como William Letwich y Thomas Kelly también estuvieron allí ese día. Hay otras fotos parecidas, como la de los hombres echando una siesta sobre otra viga, cuya autoría también se desconoce.
Mucho se ha hablado también sobre la identidad de los 11 hombres que aparecen en la imagen. La agencia Corbis, dueña de los derechos de la foto de 1995 hasta 2016, año en que los vendió a Visual China Group, llevó a cabo una investigación para intentar averiguar los nombres de los protagonistas, pero no consiguieron resultados concluyentes.
Sin embargo, con los años, han surgido algunas personas asegurando ser familiares de algunos de ellos. Así, se dice que la mayoría de ellos son inmigrantes irlandeses, aunque lo cierto es que en aquella época había millones de norteamericanos deseando aceptar cualquier trabajo, por peligroso que fuera.
Pero ha sido ahora, en marzo de 2021, cuando ha saltado la sorpresa: uno de los obreros ha sido identificado como un ciudadano vasco , el vizcaíno (como yo) Natxo Ibargüen. Según se ha hecho público esta misma semana, la familia Ibargüen conocía desde hacía tiempo la conexión de Natxo con la famosa foto, pero no ha sido ahora cuando, una vez hechas las pertinentes comprobaciones, la noticia ha saltado a los medios.
Ibargüen es el segundo por la izquierda, el hombre que ofrece fuego a uno de sus compañeros. Nació en 1899 en Balmaseda, Bizkaia, y emigró primero a Argentina y después a Inglaterra, para establecerse en Nueva York a finales de los años 20 tras viajar como marino por todo el mundo.
Dejando de lado la curiosa historia en torno a Natxo Ibargüen, también se ha dicho que la peligrosidad que refleja la foto es una ilusión. Los trabajadores están sobre la viga sin ningún tipo de sujeción. Bien es cierto que en aquella época la seguridad laboral no era, ni de lejos, una de las mayores preocupaciones, pero muchos afirman que realmente no estaban sentados sobre el vacío sino que poco más abajo (aunque fuera de plano) estaba el techo del piso inferior, recién terminado.
El negativo original de la foto está guardado en Pennsylvania, en un lugar llamado la Montaña de Hierro, una enorme instalación de seguridad donde se guardan obras de arte de valor incalculable junto a documentos gubernamentales de gran relevancia. La placa original está muy deteriorada pero se hicieron varias copias de gran calidad de las que es posible sacar negativos.